Sobre las colinas
de la Sierra Gorda ha quedado abierto un agujero para echar un vistazo a las
entrañas del planeta. Al mirar su fondo, uno deja caer lo mismo la fascinación
que el aliento. Con 500 metros de diámetro y 450 de caída libre, este es, en
verdad, uno de los abismos más profundos de la Tierra.
También es casa de una
gran diversidad de fauna, entre la que destaca la guacamaya verde, especie en
peligro de extinción cuyas parvadas, saliendo de la fosa por las mañanas, son,
sin duda, uno de los espectáculos más asombrosos. La travesía para llegar es
materia de intrépidos: 26 km de terracería desde la comunidad de Puerto de
Ayutla y dos horas atravesando un denso bosque.
Para llegar a Santa
María de Cocos es necesario tomar, desde Jalpan la carretera No. 29, de Jalpan
a Río Verde, desviarte en el km 24 y recorrer 11 km de terracería en buenas
condiciones. Ya en Santa María los lugareños pueden ayudarte a llegar a la boca
del Sótano.
El clima en
semi-seco: días soleados, tardes frescas durante el invierno y lluvias en
verano.
Para llegar al Sótano del Barro
es preciso acompañarse de un guía y desde el poblado ascender más de un
kilómetro por el monte; el esfuerzo vale la pena, ya que desde la cúspide se
pueden admirar los bellos paisajes que ofrece la porción norte de la Sierra
Gorda.
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